domingo, 17 de enero de 2010

RESPETE EL HONOR AJENO

En cierta ocasión alguien, que se arrepentíade haber calumniado a una persona conocida, fue a confesarse. Después de haberlo escuchado muy atentamente, el sacerdote le sentenció, como penitencia,comprar un saco de plumas de ave, caminar una calle de cien metros esparciendo las plumas. Y de regreso, recoger una a una todas las plumas y meterlas de nuevo en el saco. imposible, dice el pentente. el viento se las lleva. Asi ocurre con el honor que usted ha destruido, respondió el padre. conózcase a si mismo. cuando esté solo, recogiendo en silencio interior pregúntese.  ¿De dónde vengo, qué soy, a dónde voy? Y allí en lo más profundo de su ser, la voz de su conciencia le responderá suavemente: Usted es un acto del amor de Dios pasando por el tiempo y volviendo irreversiblemente hacia la eternidad; usted proviene del padre que le creó ser viviente; usted debe cumplir la misión que Dios le encomendó, hasta que el lo llame junto así, en la eternidad. usted es hijo de Dios.

AUTORA: MONICA RODRIGUEZ.

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