lunes, 9 de noviembre de 2009

Sobeida y la “justicia”

“El fuero para el gran ladrón, la cárcel para el que roba un pan”.  Neruda.
En días pasados escuché al juez Baltasar Garzón afirmar que las leyes son para todos, pero que la diferencia está en la aplicación de las mismas que, evidentemente, no es igual para todos.
Y recordé la frase del eminente magistrado cuando leí la noticia de que Sobeida Félix Morel, implicada en el caso de lavado de activos y narcotráfico, había “escapado del país”, gracias al buen corazón de la jueza Roxanna Vásquez que, conmovida porque la acusada tenía dos hijos menores que no podría atender debidamente, varió la sentencia que había dictado en su contra y; “coincidencialmente” salió del país a vacacionar una vez emitió su fallo.
Lo cierto es que el caso de Sobeida viene a demostrar que estamos viviendo en un país cuyos estamentos judiciales, en buena parte, están  cubiertos por la putrefacción, un país en el que se aplican penas extremas a los que por hambre roban una gallina, pero donde se abren las puertas de la impunidad y se le rinde pleitesía a cualquier narcotraficante o a cualquier matón con abundantes billetes en los bolsillos para fomentar la lenidad de los “Honorables Magistrados” que estén dispuestos a venderse. Estamos en un país en el cual el robo es punible, pero, al parecer, donde el producto del robo se considera sagrado.
¿Cómo es posible que si esa señora salió en libertad el 21 de octubre, se descuidara su vigilancia y fuera después de varios días que se “descubriera” su “fuga”?  ¿Es que no hay ningún tipo de vigilancia ni controles para las personas como Sobeida?
El sistema judicial ha dado otra mala señal,  que se agrega al rosario de sentencias complacientes que indigna a la sociedad, cuando lo que debe hacer es dictar fallos que atemoricen a los delincuentes y a cualquiera que viole la ley.
Ojalá Sobeida aparezca para que cumpla su condena y ojalá que la “Honorable Magistrada” Roxanna Vásquez termine sus vacaciones y retorne al país para responder las numerosas preguntas que se le deben formular y para que comprenda que su actuación ha irritado a la ciudadanía y ha llenado de vergüenza a muchos de sus colegas.

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